Fiebre en niños:
¿Qué es, cómo tomar
la temperatura
y cómo tratarla?
Sabemos que uno de tus mayores temores, al igual que muchos padres, es que tu hijo sufra de fiebre porque es la principal señal de que algo en su cuerpecito no está bien.
Por esta razón, hemos diseñado esta guía para brindarte la información necesaria para saber cuándo tu hijo está pasando por un cuadro febril y qué hacer en esos casos. Aunque la fiebre es un mal al que se le debe prestar atención, eso no significa que sea una anomalía entre todas las cosas que le suceden a un pequeño en su infancia. Todo lo contrario, las temperaturas altas son muy comunes en lo niños, y para eso los doctores ya tienen ciertos protocolos establecidos para manejarla.
La fiebre es un aumento temporal en la temperatura corporal de tu pequeño. Por lo general, este aumento de temperatura se da como respuesta a alguna enfermedad o padecimiento de carácter viral o bacteriano, también es importante que sepas que la temperatura corporal de tu pequeño puede variar cuando ha estado jugando o corriendo. Se considera que un niño tiene fiebre cuando su temperatura está por encima de los 38.0°C. Si la fiebre persiste e incrementa con los días, lo más recomendable es que acudas a tu médico de confianza, quien determinará lo que está causando esta molestia en tu pequeño y cuál sería el tratamiento adecuado para esto.
Tu hijo puede sufrir de fiebre por múltiples razones: cambios de temperatura, algún virus o infección, incluso ciertos especialistas afirman que la dentición en los niños puede generar fiebre.
Otro aspecto que también puede generar que las febrículas suban es cuando a tu hijo le aplican sus vacunas. Este síntoma aparece durante dos o tres días, y generalmente se va por sí solo, pero si no es tu caso, debes llevar a tu pequeño al pediatra para que te recomiende qué hacer.
Alivio efectivo de fiebre o dolor
que pueden aparecer después
de la vacunación
Lo más seguro es que la enfermedad que esté causando el síntoma de fiebre en tu niño no sea nada grave si él sigue jugando con normalidad, come bien, toma abundate líquido, está sonriente, tiene un buen color de piel y tiene un buen aspecto cuando baja su temperatura.
Los termómetros básicos digitales son una buena opción. Son precisos, rápidos, fáciles de usar, no son costosos y pueden usarse para tomar la temperatura de diversas formas: en el recto (rectal), por la boca (oral) o debajo del brazo (axilar). Todos estos métodos te ayudarán a conocer la temperatura de tu bebé, sin embargo, te recomendamos en los más pequeños utilizar el método rectal, ya que tiene más precisión según muchas experiencias de padres.
Sigue estos pasos:
-
Lava el termómetro digital y enjuágalo con agua fría.
Cubre la punta con vaselina.
Acuesta a tu niño boca arriba con las rodillas flexionadas o boca abajo.
Mantenlo inmóvil e inserta el termómetro en el recto, de 1.3 cm a 2.5 cm.
Espera a que el termómetro digital suene, luego retíralo para leer la temperatura.
Si tu pequeño tiene menos de 3 meses y tiene una temperatura rectal de 38.0°C o más alta, llama al médico inmediatamente.
El método axilar es el más adecuado para niños más activos y de más edad.
-
Quítale la camiseta a tu pequeño.
Verifica que su axila esté seca.
Presiona la punta del termómetro contra la axila.
Mantén el brazo de tu niño firme contra su costado.
Espera a que el termómetro digital suene y entonces, retíralo para leer la temperatura.
En niños mayores, la temperatura tomada en forma oral es precisa si se toma correctamente.
Para tomar la temperatura sigue estos pasos:
-
Coloca el termómetro digital debajo de la lengua de tu pequeño y asegúrate que no lo muerda.
Déjalo ahí hasta que escuches los pitidos, luego retíralo suavemente para leer la temperatura.
Como has notado, tomar la temperatura de tu pequeño es muy fácil y hay métodos muy prácticos. En caso de que tu hijo presente fiebre y esta sea muy alta ¡no entres en pánico! Debes afrontar la situación tranquilamente para tomar la mejor decisión para ti y tu bebé.
Ten muy presente que, si la fiebre se sale de control, no debes dudar en llevar a tu niño al médico, así evitarás que se convierta en un problema mayor, especialmente porque cada pequeño reacciona diferente a este tipo de sintomatología. Muchas veces lo que puede empezar como una simple fiebre se puede convertir en un mal mayor, por eso cuida muy bien a tu hijo, sobre todo si estamos hablando de un bebé o recién nacido.
En cuanto a los niños más grandecitos, todo será muy diferente porque él te podrá manifestar qué le duele, o qué siente, y será mucho más fácil para ti ayudarlo e identificar el motivo detrás de la fiebre.
No olvides que los niños son muy propensos a contraer alguna enfermedad porque aún sus defensas no son tan buenas como las de los adultos.
Nuestra recomendación, es que si tu pequeño está sufriendo de fiebre y pasa de los dos días, llévalo al doctor sin pensarlo. Esto puede significar que las defensas de tu hijo no están respondiendo a la enfermedad, y por eso la fiebre no se va. En estos casos el único que puede determinar qué tratamiento seguir y encontrar lo que hay detrás del malestar, es un profesional. Sin embargo, cuando tu hijo enferme siempre recuerda que, lo mejor que puedes darle es tu atención, paciencia, cuidado y amor.
Contenido Relacionado
TYLENOL® Suspensión Pediátrica
Efectivo para aliviar fiebre y dolor con un delicioso sabor a frutos rojos. Seguro desde los 0 meses hasta los 2 años.
Dolor abdominal y llanto
Los problemas estomacales son un problema muy común entre bebés y niños de diferentes edades.