Sin embargo, esta afección genera deshidratación, por lo que debes alentar a tu hijo a tomar muchos líquidos o una solución de rehidratación oral de venta libre; además de la leche materna, o leche de fórmula. En general, estas son mejores que los refrescos, los jugos de frutas u otras bebidas endulzadas.
Existen dos tipos de inmunidad, la natural y la adquirida. Como parte de la inmunidad natural está cuando los niños reciben de su madre una importante cantidad de anticuerpos que los protegen de la enorme cantidad de bacterias y virus que se encuentran en el ambiente. Pero lamentablemente, esos anticuerpos no son permanentes y al poco tiempo desaparecen, dejando al recién nacido expuesto a cualquier enfermedad.
Por esto, los expertos recomiendan la administración de diferentes vacunas y en distintos momentos del crecimiento, para que el cuidado sea continuo y perdure aún más tiempo, mejorando su eficiencia. A continuación podrás conocer nuestra cartilla de vacunación para que no te saltes ninguna de las vacunas que le corresponden a tu pequeño.
Acá te dejamos la cartilla de vacunación completa para que puedas ver el detalle de cada uno y asegurarte de no dejar pasar ninguna dosis. Ahora bien, el llanto y el dolor del bebé durante la vacunación es una constante que se ha repetido siempre y una manera en que puedes reducirlo es amamantando al niño durante el proceso. Pero si tú, por algún motivo, no puedes darle pecho a tu bebé, te recomendamos usar estos cinco trucos para calmarlo:
Sostenlo en tus brazos de costado y sobre tu estómago
Haz sonidos suaves durante la inyección
Esta secuencia de acciones fue desarrollada, fue desarrollada hace 50 años por el profesor Harvey Karp, pediatra de la facultad de Medicina Usc. Tiene el poder de calmar al bebé porque imita la sinfonía de sensaciones, ruidos y movimientos que conoció en el vientre materno.
En caso de que el pequeño a vacunar no sea un recién nacido, también te damos algunas recomendaciones para hacer más llevadero el proceso:
“El diploma de valentía”: hoy en día, muchos pediatras adoptan el método de dar un diploma de niño valiente, lo que enorgullece al pequeño de su comportamiento. Si el centro médico donde lo llevas no tiene esta costumbre, puedes buscar algún modelo en internet y diseñarlo a tu gusto para entregárselo a tu pequeño luego de la vacunación. Descárgalo aquí
Planear algo divertido para después de la vacunación como un juego o regalarle un dulce podría ser de ayuda, ya que motiva al niño a ser valiente y a comportarse de forma adecuada.
El tiempo extra de TV o dispositivo móvil también puede ser un importante método de ayuda para hacer más llevadero el encuentro con las agujas, pues no solo funciona como un incentivo previo a la vacuna, sino que también tiene el efecto secundario de no enojar demasiado a los niños.
En estos casos lo mejor que puedes darle eres tú. Pasar tiempo de calidad con tu pequeño haciendo las cosas que tanto le gustan le ayudará a olvidar ese momento y concentrarse en otras cosas. Una tarde de cine en casa viendo su película favorita, cocinar junto a él o jugar a las escondidas, son algunas opciones.