Madre revisando la temperatura de su bebé

Primeras
enfermedades
o resfriados

Tu bebé enfermó y estás contando los minutos para que vuelva a ser el mismo de antes, pero no te preocupes, ciertas enfermedades o resfriados son tan comunes durante el primer año que pueden considerarse casi rutinarias.

Los resfriados son muy comunes en bebés y en general no conllevan trastornos graves. La mayoría de los pequeños sufren de 8 a 10 resfriados antes de los 2 años. Para estos casos, afrontar la situación con tranquilidad, ser precavido y sobre todo estar preparado para las primeras temporadas de resfriados y otras enfermedades por las que pasará tu hijo, marcará la diferencia.

Generalmente, los síntomas del resfriado como congestión nasal, tos, estornudos y fiebre baja, desaparecen por sí solos en 7 o 10 días. En la mayoría de los casos, darle a tu bebé mimos, cuidados y lo mejor de ti, será suficiente.

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¿Cómo prevenir enfermedades en niños?

Los bebés prematuros tienen un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad porque su sistema inmunológico no es tan fuerte, si tu pequeño nació unos meses antes, debes tener cuidados extras.

Amamantarlo será una de las mejores opciones para ayudarlo a fortalecer su sistema inmunológico, porque los anticuerpos transmitidos en la leche materna ayudarán a crear inmunidad ante virus y enfermedades.

Aunque parezca difícil de creer, una de las primeras acciones a implementar para prevenir enfermedades en tu bebé, es duplicar la cantidad de lavado de manos, tanto las tuyas como las de él. En cuanto a ti como padre, tener buena salud, mantener una dieta equilibrada, realizar ejercicios regularmente y tomar aire fresco, incluso en invierno, ayudará también a tu pequeño. Y para tu hijo, mantén una alimentación saludable y equilibrada con alimentos ricos en nutrientes y ayúdalo a tener una rutina de sueño adecuada, ya que al igual que los adultos, los bebés necesitan dormir bien para mantenerse sanos.

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¿Cómo tratar el resfriado o la gripe en los niños?

Puede resultar algo frustrante, pero la realidad es que no hay una cura específica para el resfriado común. Los antibióticos no funcionan contra los virus del resfriado, pero sí puedes intentar que tu bebé se sienta más cómodo con medidas como:

Utilizar medicamentos que ayuden a aliviar los síntomas de la fiebre, siguiendo las debidas instrucciones de dosis y frecuencia recomendadas por el médico.
En ocasiones, el médico podría preescribirle gotas nasales de solución salina para aflojar la mucosidad nasal espesa.
Darle líquidos a tu pequeño para que se mantenga hidratado.
Utilizar humidificador de agua fría en la habitación para aliviar la congestión.

Estas acciones ayudarán a tu pequeño a sentirse mejor, pero probablemente durante su resfriado se sentirá más vulnerable y sensible, por lo que también lo mejor que puedes darle eres tú y unos cuantos mimos para recargarlo de energía.

¿Cómo saber si mi bebé está resfriado o tiene gripe?

La gripe y el resfriado muestran un grupo de síntomas comunes que en muchas oportunidades no permiten hacer una clara diferenciación entre uno y otro, pero, aunque son muy parecidos, sí existen diferencias entre ambos estados de salud.

Resfriado Gripe

Ausencia de fiebre o fiebre leve.
Algo de cansancio, pero energía suficiente para realizar actividades normales.
Nariz tapada y secreción nasal.
Tos leve, dolor de garganta.
Aparición gradual de los síntomas.

Fiebre mayor de 38.30c.
Cansancio extremo.
Nariz tapada y secreción nasal (a veces).
Dolores y escalofríos. Vómitos y diarrea (a veces).
Síntomas intensos que aparecen rápidamente.

En un bebé, que no puede decir lo que le molesta, es aún más complicado definir si es un resfriado o una gripe el origen de su malestar. Y aunque los cuidados deben ser los mismos para ayudarlo a pasar los malestares de la mejor manera, la gripe definitivamente es más delicada y debe ser tratada con mayor atención.

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¿CUÁNDO IR AL MÉDICO POR EL RESFRIADO DE UN BEBÉ?

Si tu bebé es menor a 3 meses y crees que está enfermo, o no se encuentra en su estado normal, llama al médico para que detecte la causa rápidamente.

Mamá revisando la temperatura de su bebé

En los recién nacidos, es importante asegurarse de que no haya una enfermedad grave, sobre todo si el niño presenta fiebre. Por otra parte, te recomendamos llamar al doctor en caso de que tu hijo tenga 3 meses o más, y presente alguno de los siguientes síntomas:

Tiene una temperatura superior a los 38°C.
Tiene otros signos o síntomas que te preocupan, como un grito inusual o alarmante.
Parece tener dolor de oído o se muestra inusualmente irritable.
Tiene secreción nasal varios días.
Tiene problemas para respirar.
Presenta cambios en el color de la piel.
Tiene una tos persistente.
Tiene dificultad para respirar o la zona alrededor de los labios se vuelve azulada.

¿Qué enfermedades se dan en niños con fiebre alta?

Aunque la fiebre en tu bebé puede resultar angustiosa, debes saber que esta ayuda al cuerpo a combatir infecciones. Incluso, algunos expertos piensan que reducirla puede prolongar ciertas condiciones o posiblemente interferir con la respuesta del sistema inmunitario a la infección. Por lo tanto, aunque la fiebre es incómoda, y puede preocuparte, no siempre requiere tratamiento en todos los casos.

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Además, ten en cuenta que los niños pueden tener convulsiones cuando su temperatura sube o baja rápidamente (llamadas convulsiones febriles). En muy raras ocasiones, la fiebre aumenta tanto que los niños se vuelven apáticos, somnolientos y no responden. En cualquiera de estos casos, no dudes en llevar a tu niño al médico con urgencia.

QA Text:

QA Question:

¿Cuáles son las enfermedades más comunes entre 0-3 años?

Existen ciertas enfermedades muy comunes en infantes. Algunas de ellas poseen síntomas más fuertes y requieren tratamiento, mientras que otras pueden ser manejadas en el hogar bajo ciertas recomendaciones médicas. Aquí nosotros te explicaremos las enfermedades más frecuentes para que puedas identificarlas y sea clara la decisión que vayas a tomar cuando tu hijo las presente.

Bronquitis

Es muy frecuente en los niños y es una inflamación repentina en las vías respiratorias más grandes de los pulmones, su causa suele ser provocada por un virus.

Sus síntomas son similares a los de un resfriado común (mucosidad, estornudos y tos), la diferencia está en que la tos evoluciona volviéndose más seca y provocando dificultad para respirar. En estos casos la enfermedad debería pasar en menos de 3 semanas, sin embargo, lo mejor es siempre recurrir al pediatra para que haga una valoración.

Bronquiolitis

Es una infección pulmonar muy común en las temporadas más frías del año (septiembre a febrero) que se presenta principalmente en bebés menores de dos años, ya que sus vías respiratorias son más pequeñas.

Es una infección causada por un virus que hace que los pequeños conductos de los pulmones (bronquiolos) se hinchen, causando sibilancias y dificultad para respirar. Al ser una enfermedad que afecta a los más pequeños, es importante siempre acudir al médico para que recomiende la mejor opción de tratamiento para tu bebé.

Niño en visita médica acompañado del animalivio conejo

Faringitis estreptocócica

Los bebés y los niños pequeños rara vez sufren de faringitis estreptocócica, pero es más probable que se infecten con la bacteria estreptococo si se encuentran en contacto on otros niños, ya sea en la guardería o en el colegio.

Este tipo de infección hace que la garganta se irrite y se inflame, causando dolor repentino e intenso. Los síntomas principales de esta infección son fiebre alta, dolor de garganta y dificultad para tragar. Algunos niños pueden presentar otros síntomas acompañados de dolor de cabeza, náuseas, vómito, dolor abdominal y muscular.

Problemas de oído

El dolor de oído es común en los niños y puede tener varias causas, las cuales pueden incluir:

Bebé con dolor de oído y elefin acompañandolo

La infección del oído (otitis), el oído de nadador (infección de la piel en el canal auditivo), la presión de un resfriado o el dolor de los dientes que se irradia desde la mandíbula hasta el oído, entre otros.

Coloración azul de la piel

Si las manos y pies de tu bebé se tornan un poco azules por el frío, deberían volver a su color regular tan pronto como la temperatura aumente.

Ocasionalmente, la cara, la lengua y los labios pueden ponerse un poco azules cuando tu recién nacido llora con fuerza, pero una vez que se calma, su color en estas partes del cuerpo debería volver rápidamente a la normalidad. Sin embargo, si la coloración azul es persistente, especialmente acompañado de dificultades respiratorias y problemas de alimentación, debes ir al médico, porque esos síntomas son una señal de que el corazón o los pulmones no funcionan correctamente y que tu bebé no recibe suficiente oxígeno en la sangre.

Dermatitis de pañal

Es posible que tu pequeño presente irritaciones en la piel en forma de inflamaciones en la zona de los glúteos, este tipo de afección es conocida como dermatitis del pañal y está relacionada con pañales mojados, rozaduras o poca frecuencia en el cambio del mismo.

Para evitar esto, cambia los pañales sucios lo antes posible, sé amable al limpiar el área cubierta por este y aplica una crema con óxido de zinc. Si tu bebé desarrolla signos de infección en la piel, consulta a un especialista.

Infecciones urinarias

Las infecciones de la vejiga, también llamadas infecciones del tracto urinario o infecciones urinarias, ocurren debido a la acumulación de bacterias.

Las infecciones de este tipo se pueden encontrar tanto en niños como en adultos. Los síntomas de una infección en la vejiga de los niños, son: sangre en la orina (en ocasiones), orina turbia, necesidad frecuente de orinar, malestar general, ardor al orinar y presión o dolor en la parte inferior de la pelvis. Si la infección no es tratada a tiempo, puede extenderse hasta los riñones y causar escalofríos, fiebre, náuseas, vómitos y dolor intenso en la zona abdominal.

Cólico

Cuando un bebé sano llora o se queja con frecuencia durante un periodo prolongado, regularmente durante más de 3 horas al día, puede que esté sufriendo de cólicos.

Este malestar puede aparecer desde las primeras semanas de nacimiento, y en ocasiones genera estrés en los padres, porque la razón del malestar no siempre es clara. Por lo cual, si pasas por esta situación, la paciencia será clave para entender lo que sucede en el cuerpo de tu pequeñito.

Resfriados

Los resfriados son causados por un virus en las vías respiratorias.

Muchos niños pequeños, especialmente aquellos que están en guarderías, pueden tener de 8 a 10 resfriados por año. Los síntomas de un resfriado (secreción nasal, congestión y tos) duran hasta diez días, por lo cual, si tu hijo está grandecito, la forma de prevenir estos virus es enseñarle una buena rutina de lavado de manos para que esté menos expuesto.

Sinusitis

La sinusitis bacteriana es causada por bacterias atrapadas en las cavidades paranasales.

Se sospecha de sinusitis cuando los síntomas son similares al resfriado, como la secreción nasal, la tos durante el día, o ambos, pero estos duran más de diez días sin mejoría.

Varicela

La varicela es una enfermedad infecciosa leve que la mayoría de los niños contraen en algún momento de su vida.

Comienza con una sensación de malestar, erupción cutánea y, por lo general, fiebre. Se caracteriza por el desarrollo de manchas rojas que se convierten en ampollas llenas de líquido, en un día o dos. Normalmente, las manchas aparecen primero en el pecho, la espalda, la cabeza o el cuello, y luego se extienden hasta terminar en unas costras que se caen. La varicela no deja cicatrices, a menos que las ampollas estén gravemente infectadas o sean rasguñadas a propósito.

VSR:

El Virus Sincitial Respiratorio es una infección que se extiende por las vías respiratorias. Si tu pequeño presenta irritabilidad, poco apetito, fiebre, respiración rápida, tos, inactividad o ruidos en el pecho cuando respira, puede significar que tiene VSR.

Por lo general, no es grave, pero si tu bebé tiene menos de 2 años, tiene una enfermedad cardíaca, pulmonar o un sistema inmunitario débil, puede inflamar los pulmones y causar neumonía. Por eso, si tienes sospechas de que tu bebé está teniendo esta infección, recurre al pediatra para que te indique cuál es el camino a seguir.

Urticaria:

Muchos niños desarrollan urticaria, que son ronchas rojas e hinchadas que, por definición, producen mucha picazón.

Esta puede ser causada por infecciones, medicamentos, picaduras de insectos o transfusiones de sangre. Si estás incluyendo nuevos alimentos en la dieta de tu pequeño, debes observar muy bien si presenta alguna reacción al momento de consumirlos. En caso de que tu bebé desarrolle urticaria durante o después de jugar al aire libre, revisa su piel en busca de signos de picaduras de insectos. Si la desarrolla mientras toma un medicamento, también podría estar haciendo reacción alérgica a este, por lo que deberás trasladarlo rápidamente a un centro médico.

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QA Question:

¿Cómo prevenir enfermedades en la guardería?

1. Fomentar las vacunas:

Las vacunas son muy importantes en los niños, ya que los protegen de diferentes enfermedades, algunas incluso mortales.

Cuando vacunas a tu pequeño no solo lo proteges a él, también a los niños que conviven con él y no están vacunados. Por lo tanto, son fundamentales en ese aspecto, ya que aportan beneficios sociales. La gripe es uno de los virus más comunes en los niños, causando fiebre, escalofríos y otros síntomas incómodos. Si tu pequeño se encuentra en etapa de guardería, debes vacunarlo durante cada temporada de influenza para evitar esta enfermedad. En el caso de los bebés menores de 6 meses que no pueden recibir este tipo de vacunas, es importante que los niños mayores y los cuidadores, sean vacunados para así poder disminuir las posibilidades de contagio de este virus.

Otras enfermedades de las cuales puedes proteger a tus pequeños con las vacunas, son: hepatitis, tétano, tosferina, varicela (en las guarderías es muy probable que se contagien fácilmente si los pequeños no están vacunados), sarampión, rubeóla, paperas, difteria, rotavirus, neumococo, meningococo, entre otras.

Al buscar la guardería para tu bebé, nuestra recomendación es que te centres en conseguir una donde se ocupen de mantener limpios y desinfectados los espacios donde tu hijo se desarrollará. Ya que las enfermedades respiratorias son las infecciones más frecuentemente observadas en niños que van a guardería.

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⁵Published by Nicholas Hall’s reports, august 2020

2. Lavarse las manos con frecuencia:

La guardería donde lleves a tu hijo debe tener una política documentada de lavado de manos para combatir la propagación de gérmenes.

Madre ayudando a lavar las manos de su hija

Los mejores consejos para lavarse las manos en un entorno de cuidado infantil incluyen el uso de jabón y agua tibia durante al menos 20 segundos. Sabemos que en ocasiones puede resultar algo molesto y aburrido para los niños pequeños. Sin embargo, un juego sencillo para que tus hijos laven frecuentemente sus manos, es dibujar un germen en sus palmas y retarlos a desaparecer el dibujo lavando sus manitos varias veces durante el día.

3. No enviar a los niños enfermos a la guardería:

Si tu pequeño está presentando síntomas de alguna enfermedad viral o infecciosa, evita enviarlo a la guardería.

De no hacerlo, es más probable que se propague el virus entre todos los niños de forma más rápida. En este tipo de situación, lo mejor es que lo dejes en casa hasta que se encuentre mejor y tenga toda la energía para regresar nuevamente a la guardería. En caso de que notes que tu pequeño presente secreción nasal, tos, fiebre u otros signos de enfermedad, debes actuar rápidamente.

La mayoría de las vacunas infantiles comienzan cuando los bebés tienen entre 6 y 8 semanas de edad. Los bebés menores de 2 meses se consideran en alto riesgo de desarrollar infecciones graves por diversas bacterias y virus, debido a que sus sistemas inmunes son inmaduros. Por lo tanto, es esencial que mantengas en observación a tu pequeño, aún cuando no presenta cambios, ya que algunas infecciones bacterianas no presentan síntomas visibles, pero si no son tratadas, pueden afectar la salud de tu bebé. Así que, si crees que algo no está bien en él ¡no temas en buscar ayuda de un profesional!

Recuerda, tu hijo debe ser visto y escuchado, muéstrale paciencia y demuéstrale que es valorado, así evitarás que sufra de estrés y frustración, que también es un factor que puede afectar su salud.

La paciencia no solo fomenta la empatía y la compasión, sino también la confianza y el amor que le tienes a tu pequeñito. Encontrar un equilibrio en estos factores ayudará a tu bebé a compartir grandes momentos juntos y superar cualquier obstáculo que surja con sus primeras enfermedades o resfriados.

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